LA CREACIÓN DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE EN LA ESCUELA
Esta lectura hace referencia
la óptica y modos de enseñanza, que se enseñaba y para que en los tiempos remotos,
así como las exigencias globalizadas han incrementado con el fin de tener un
espacio provechoso., por lo que es importante enfocarse en métodos , como el
que lo que se evalúa ,que va de la mano
en la manera que en la que se enseña, pues con este aspecto desemboca el
lenguaje , que s un punto sumamente importante, ya que un buen docente enfocara
su atención en el alumno , le dará la razón y lo escuchara, lo que a su vez
ayudara a tener en cuenta, en el aspecto meramente profesional y académico el
punto científico del mismo , ayudará a ver el diagnostico del aluno, será la
herramienta que usara como vehículo de lo que está enseñando.
Es necesario hablar al nivel
de los alumnos, sin embargo no subestimarlos y hablar de una manera científica
acorde a su edad.
Hoy en día no solo se trata
de cubrir cierta enseñanza, si no de que de verdad lo enseñen a profundidad, y
que aparte estos aprendizajes sean fructíferos para su vida diaria “ el que
mucho abarca poco aprieta”.
Tal como se discute
en la primera parte de este libro, los ambientes centrados en el conocimiento
también incluyen un énfasis sobre la construcción de sentido, ayudando los estudiantes a transformarse en meta conocedores
que esperan que la nueva información tenga sentido y que preguntan para aclarar
cuando no lo tiene (por ejemplo, Palincsar y Brown,1984; Schoefeld, 1983, 1985,
1991).
El interés por construir sentido cuestiona
mucho currículo existente, en este sentido se ha dicho que en muchos currículos
para la enseñanza de las matemáticas.
Hay nuevos métodos
interesantes para el desarrollo del currículo que apoyan al aprendizaje con
comprensión y que impulsan la construcción de sentido. Una de ellas es la
“formalización progresiva”, que comienza con las ideas informales que los
estudiantes llevan a la escuela y gradualmente los ayuda a observar cómo estas
ideas pueden ser trasformadas y formalizadas.
Las unidades de
enseñanza impulsan al estudiante a construir, sobre sus ideas informales, de
modo gradual y estructurado, de tal manera que adquieran los conceptos y
procedimientos de una disciplina que se centra en la “formalización
progresiva”,
Generan muchas
preguntas acerca de qué es adecuado enseñar según las etapas de desarrollo en
distintas edades. Tales preguntas representan otro ejemplo de sobreposición
entre las perspectivas centradas en el que aprende y las centradas en el
conocimiento. Los puntos de vista más antiguos en el sentido de que los niños
pequeños son incapaces de un razonamiento complejo, han sido reemplazados por
evidencias de que los niños son capaces de lograr niveles sofisticados de
pensamiento y de razonamiento cuando tienen el conocimiento necesario para
apoyar estas actividades (véase capítulo 4). Una gran cantidad de investigaciones
muestra el beneficio potencial que tienen los estudiantes con acceso temprano a
ideas conceptuales importantes. En los salones de clase que usaron alguna forma
de “guía cognitiva”
Los intentos por
crear ambientes centrados en el conocimiento también implican preguntas
importantes acerca de cómo impulsar el desarrollo de la comprensión integrada
de una disciplina. Muchos modelos de diseño curricular parecen producir
conocimientos y habilidades que están desconectados entre sí, más que
organizados en sistemas coherentes. El National Research Council (1990: 4)
indica que “para los Romanos, un curriculum era un itinerario definido
que guiaba el camino de carros de dos ruedas”. Esta metáfora del camino
predefinido es una descripción apropiada del currículo de muchas materias
escolares.
La formalización
progresiva del marco de trabajo discutido arriba es consistente con esta
metáfora. El conocimiento de dónde está uno ubicado dentro de un paisaje
requiere una red de conexiones que vinculan la localización presente con un
espacio más amplio.
El currículo
tradicional a menudo no ayuda a los estudiantes “a que aprendan a transitar”
por la disciplina. El currículo incluye la visión y los cuadros secuenciales
que especifican los objetivos de procedimiento que deben dominar los
estudiantes en cada grado: si bien un objetivo individual puede ser razonable,
no es visto como parte de una red más amplia.
Y la red –las
conexiones entre los objetivos– es importante; ese es el tipo de conocimiento
que caracteriza a los expertos (véase capítulo 2). El acento sobre partes
aisladas quizá entrene a los estudiantes en una serie de rutinas sin educarlos
para entender un cuadro completo que les asegure el desarrollo de estructuras
integradas de conocimiento y les brinde información acerca de las condiciones
para su aplicación. Es importante distinguir entre dos usos fundamentales de la
evaluación. El primero, la evaluación formativa involucra el uso de la
evaluación (frecuentemente administrada en el contexto del salón) como fuente
de retroalimentación para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. El segundo, evaluación
aditiva, mide lo que los estudiantes han aprendido al final de un grupo de
actividades de aprendizaje. Entre los ejemplos de evaluaciones formativas se
incluyen los comentarios de los maestros sobre el avance del trabajo, como
escritos o preparaciones para las presentaciones.
Ejemplos de
evaluaciones aditivas incluyen exámenes hechos por los maestros al final de una
unidad de estudio y los exámenes estatales y nacionales que los estudiantes
deben presentar al final de un año escolar; sin embargo, estos últimos no son
muy comunes. Los aspectos de evaluación aditiva para propósitos de
administración nacional, estatal o distrital están más allá del alcance de este
volumen; nuestra discusión se enfoca en la evaluación formativa y aditiva en el
salón de clases.
Las oportunidades
para la retroalimentación deben darse continuamente
pero sin invadir,
como parte de la instrucción. Los maestros efectivos intentan permanentemente
aprender acerca del pensamiento y la comprensión de sus estudiantes. Realizan
gran cantidad de monitoreas del desempeño del grupo y de los individuos e
intentan evaluar las capacidades de los estudiantes para hacer ligas entre sus
actividades actuales con otras partes del currículo y sus vidas. La
retroalimentación que dan a los estudiantes es formal o informal. Los maestros
efectivos también ayudan a los estudiantes a construir habilidades para la
autoevaluación y éstos aprenden a evaluar su propio trabajo, así como el de sus
compañeros, de manera que todos se ayuden a aprender más eficientemente.
Los estudiantes
tienen la oportunidad de usarla para revisar su pensamiento a medida que están
trabajando en una unidad o en un proyecto.
La suma de
oportunidades para la evaluación formativa incrementa el aprendizaje y la
transferencia, y los estudiantes aprenden a identificar oportunidades para la
revisión (Barron et al., 1998; Black y William, 1998;Vye et al.,
1998b). Las oportunidades de trabajar colaborando en grupos también pueden
incrementar la calidad de la retroalimentación que está disponible para los
estudiantes (Barron, 1991; Bereiter y Scardamalia, 1989; Fuchs et al.,
1992; Johnson y Johnson, 1975; Slavin, 1987; Vye et al., 1998a), aunque muchos deben recibir ayuda
para aprender a trabajar colaborando.
Las nuevas
tecnologías proporcionan oportunidades para incrementar la retroalimentación al
permitir a los estudiantes, maestros y expertos de contexto interactuar tanto
de manera sincrónica como asincrónica.
El reto de
instrumentar buenas prácticas de evaluación involucra la necesidad de cambiar
muchos modelos de los maestros, padres y estudiantes respecto a lo que es el
aprendizaje efectivo. Muchas evaluaciones desarrolladas por los maestros
enfatizan sobre todo la memorización de procedimientos y hechos (Porter et
al., 1993). Además, muchos exámenes estandarizados sobre enfatizan la
memorización de hechos y procedimientos aislados, y con frecuencia los maestros
son juzgados a partir de qué tan buenas calificaciones obtuvieron sus alumnos
en dichos exámenes. Un maestro de matemáticas producía consistentemente
estudiantes que alcanzaban altas calificaciones en los exámenes estatales
debido a que les ayudaba a memorizar una cantidad de procedimientos matemáticos
(por
ejemplo: ejercicios)
que solían aparecer en los exámenes, pero en realidad los estudiantes no
entendían realmente lo que estaban haciendo y, a menudo, no podían contestar
preguntas que requerían una comprensión de las matemáticas (Schoefeld, 1988).
Las evaluaciones
diseñadas adecuadamente ayudan a los maestros a darse cuenta de la necesidad de
volver a pensar en las prácticas de enseñanza. En cuanto a nueva concepción de
evaluación algunos maestros se incomodan , pero no se debe dejar de lado el
aspecto tecnológico, pues un maestro debe saber más que el alumno y debe echar
mano de todos los recursos que agilicen su quehacer educativo.
El tipo y la calidad
de las actividades cognitivas en una evaluación están en función de los
contenidos y de los procesos necesarios para cumplir las tareas involucradas.
Por ejemplo, la figura 2 (Baxter y Glaser, 1997) muestra el marco teórico sobre
contenidos y procesos para evaluar la enseñanza de la ciencia; en esta figura,
la evaluación del contenido de la enseñanza de la ciencia está
conceptualizada en una línea continua que va desde conocimiento abundante hasta
conocimiento escaso (el eje de la Y).
En un extremo están
las tareas ricas en conocimiento, las cuales requieren entendimiento profundo
de una materia para ser llevadas a cabo. En el otro extremo están las tareas
que no son dependientes del conocimiento previo o no están relacionadas con la
experiencia; más bien el desempeño depende de la información dada al momento de
la evaluación.
Las tareas que requieren
habilidades están conceptualizadas como una línea continua entre las
habilidades delimitadas y las abiertas De un modo más amplio, la
contienda entre los estudiantes para obtener la atención del maestro, lograr su
aprobación y ser reconocidos por sus calificaciones son elementos de motivación
utilizados rutinariamente en las escuelas de eu. En algunos ámbitos, competir
puede crear situaciones que impiden el aprendizaje; esto es especialmente
cierto si la rivalidad individual es contraria a la ética de la comunidad en
donde los individuos contribuyen con sus fortalezas a la colectividad (Suina y
Smolkin, 1994).
Conexiones con la
comunidad más amplia
Un análisis de los
ambientes de aprendizaje desde la perspectiva de la comunidad también debe interesarse por las conexiones
entre el ambiente escolar y la comunidad más amplia, incluyendo hogares,
centros comunitarios,así lo advirtió hace mucho tiempo John Dewey (1916)
Un ambiente clave
para el aprendizaje es la familia. Aun cuando los miembros de la familia no se
enfoquen de manera consciente en papeles de instrucción, proporcionan recursos,
actividades y conexiones con la comunidad que influyen en el aprendizaje (Moll,
1986a, b, 1990).
Así como estar
pendientes de los contextos o posibles estimulantes como la televisión, contexto ,etc., y poder sacar lo
mejor de los mismos.
Por la variedad
debemos estar consientes de lo que un ambiente de aprendizaje significa, tener
un lugar agradable Las cuatro perspectivas sobre el diseño de ambientes de
aprendizaje en qué grado están centradas en el estudiante, en el conocimiento,
en la evaluación o en la comunidad– son importantes para su diseño.
Los ambientes de
aprendizaje orientados al que aprende son consistentes con un sólido conjunto
de evidencias que sugieren que los que aprenden usan su conocimiento actual
para construir conocimiento nuevo, y lo que saben y creen en el momento afecta
su manera de interpretar la nueva información. Algunas veces el conocimiento
actual de quien aprende apoya el nuevo aprendizaje otras veces lo bloquea: la
instrucción efectiva comienza con aquello que quienes aprenden llevan al
ambiente de aprendizaje, esto incluye prácticas culturales y creencias, así
como conocimientos de contenido académico.
La cuarta perspectiva
sobre los ambientes de aprendizaje involucra el grado en el cual se promueve un
sentido de comunidad. Idealmente, los estudiantes, maestros y otros
participantes interesados comparten normas que valoran el aprendizaje y los
estándares altos, las cuales incrementan las oportunidades de la gente para
interactuar, recibir retroalimentación y aprender. Existen varios aspectos al
considerar una comunidad; es decir, el salón de clases, la escuela y las
conexiones entre ésta y la comunidad más amplia, incluyendo los hogares.
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